Es curioso que haya sido en Inglaterra donde floreciera eso que llamamos LIBERALISMO. Y digo, es curioso, porque me viene a la mente que en ese país han surgido muchas cosas que han cambiado al mundo. Mi maestra de historia en la prepa, allá en San Luis, decía que Inglaterra había avanzado más rápido porque era una isla con muchas montañas, y un clima pésimo: tal vez eso sea cierto. Lo que sí creo, es que el hecho de que esté aislada del resto de Europa, pudo haber provocado que sus habitantes no tuviesen la oportunidad de ver lo que sucedía afuera y se fijaran todo el tiempo en su terrible situación.
Mientras que el texto que leímos analiza como evolucionó el pensamiento del hombre a partir de la idea de libertad, yo sigo preguntándome si en verdad vivimos según los ideales del liberalismo.
En mi pueblo, por ejemplo, esto del liberalismo no sólo no es aplicable a la vida diaria, sino que incluso es mal visto y tachado de “libertinaje”. Sin embargo, pese a los golpes de pecho que toda la sociedad potosina se da, en su mayoría, son hipócritas y mustios. Fue hasta que llegué al Distrito Federal que me dí cuenta de esto, pues vivía con una especie de venda en los ojos. ¿Libertad de pensamiento? Eso no se conoce allá. ¿Libertad de creencia? Sólo si se es católico, se confiesa uno los domingos, y se casa uno de blanco en una Iglesia con un ritual que parece más sacado de una telenovela que de la vida real.
Tal vez el texto pueda mostrarnos como las ideas liberales nos han ayudado a crear un mundo mejor; no obstante, creo que la realidad de mi San Luis Potosí es la misma que la del resto del centro y norte del país. Mi misma maestra de historia, fanática de Benito Juárez, nos decía que había sido gracias a él y a su grupo que México era un país tan avanzado; mi pregunta siempre fue y sigue siendo: si hoy en día somos todavía tan mochos y mustios, ¿cómo sería de terrible la sociedad antes de Benito Juárez?
Excelentes trabajos, pinga!
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